

Eric del Castillo volvió a colocarse en el centro de la conversación pública tras realizar una confesión íntima y poco conocida sobre su vida personal. El primer actor mexicano habló con total franqueza sobre una adolescencia marcada por conflictos familiares, una relación profundamente complicada con su padrastro y una revelación que sorprendió incluso a sus seguidores más fieles: durante su juventud, estuvo enamorado de su madre. Esta declaración abrió una ventana a una etapa oscura de su pasado que ayuda a comprender muchas de las decisiones extremas que tomó en aquellos años.
En una entrevista con Gustavo Adolfo Infante, Eric del Castillo explicó que durante su adolescencia desarrolló un apego intenso hacia su madre, sentimiento que identificó abiertamente como el complejo de Edipo. Confesó que ese vínculo emocional y el rechazo que sentía hacia su padrastro lo llevaron a abandonar su casa en múltiples ocasiones, llegando a hacerlo cerca de diez veces.
La relación con su padrastro fue uno de los puntos más delicados de su historia personal. El conflicto no solo fue emocional, sino también ideológico y religioso. Eric del Castillo, conocido por su profunda fe católica, relató que su padrastro no compartía sus creencias y llegó a provocarlo de una forma que lo marcó para siempre. Según su testimonio, el hombre le propuso arrojar un escapulario al excusado a cambio de dinero, una acción que el actor consideró una falta de respeto absoluta a sus convicciones. A partir de ese momento, cualquier posibilidad de convivencia se rompió y su hogar dejó de ser un espacio seguro.
La ausencia de su padre biológico también fue determinante en su vida. Sus padres se separaron cuando él era muy joven y, poco tiempo después, su padre falleció mientras trabajaba como bombero al intentar sofocar un incendio en la ferretería La Sirena, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Esta pérdida fue devastadora a nivel emocional, pero también influyó directamente en su formación. Tras su muerte, el gobierno otorgó becas a los hijos de bomberos caídos en servicio, lo que permitió a Eric del Castillo continuar sus estudios en el Centro Universitario México, una oportunidad que resultó clave para su futuro.
Uno de los episodios más impactantes que relató fue cuando una de sus fugas terminó en la cárcel. Aún siendo menor de edad, decidió viajar en tren sin pagar, viajando como “trampolín” junto a otros jóvenes. Fueron detenidos en Aguascalientes, llevados primero a la policía y posteriormente a la cárcel, donde permaneció alrededor de mes y medio. Durante ese tiempo intentó escapar, pero fue descubierto por los custodios, quienes le dispararon para impedir la fuga. De manera aún más impactante, Eric del Castillo reveló que tuvo que pagar el costo de la bala que recibió.
Una confesión cruda y honesta que deja al descubierto las heridas, conflictos y experiencias extremas que marcaron la juventud de uno de los actores más reconocidos y respetados de México.
Credito: TV Notas



