La banda El Gran Silencio también resultó afectada durante un lamentable incidente ocurrido en la feria de Manzanillo la noche del sábado 3 de mayo. Durante su presentación, varios elementos de la policía municipal agredieron con gas pimienta a los asistentes del concierto, entre los que se encontraban jóvenes y niños. El suceso fue captado en video por algunos asistentes y las imágenes rápidamente comenzaron a circular en redes sociales, generando indignación y múltiples críticas hacia las autoridades locales.
En los videos se observa claramente cómo, sin que exista una provocación visible, al menos dos policías uniformados lanzan gas directamente hacia el público que disfrutaba pacíficamente del evento. Las detonaciones de los botes de gas provocaron caos, gritos y una evidente desesperación entre las familias presentes, obligando a muchos a retirarse del lugar. El concierto tuvo que ser suspendido temporalmente mientras se controlaba la situación.
El Ayuntamiento de Manzanillo, a través de la Dirección de Seguridad Pública, informó que se ha iniciado una investigación formal, aunque por ahora sólo se ha señalado a un agente por un “proceder presumiblemente errático”. Esta respuesta ha sido calificada como insuficiente por varios sectores de la sociedad civil y por representantes políticos.
Una de las voces más críticas fue la de la regidora del partido Movimiento Ciudadano, Martha del Toro, quien responsabilizó directamente a Fernando Escalona Herrera, actual director de Asesoría Municipal y figura cercana a la alcaldesa Rosi Ballardo. Del Toro señaló que lo ocurrido no fue un accidente ni un error aislado, sino el resultado de una serie de malas decisiones tomadas por funcionarios que estuvieron presentes y no actuaron con responsabilidad. “Esto no fue un error aislado, fue una colisión de malas decisiones y malos servidores públicos”, declaró con firmeza.
A pesar del susto y la agresión, el ayuntamiento afirmó que se brindó atención médica a los afectados y que, afortunadamente, no se reportaron lesiones de gravedad. Tras unos minutos de interrupción, el concierto pudo continuar, aunque bajo un ambiente mucho más tenso.
El vocalista de la banda, Tony Hernández, expresó su enojo y frustración ante lo ocurrido. En declaraciones posteriores, condenó el actuar de los policías, calificándolo como un acto de ignorancia y falta total de criterio. “Había niños, chingao, y solo estaban bailando. Y lo peor, a mí y a varios integrantes de El Gran nos cayó todo el gas pimienta”, lamentó el cantante, visiblemente molesto por el abuso de autoridad y la falta de respeto hacia el público.
El incidente ha generado una oleada de reacciones en redes sociales, donde miles de usuarios exigen justicia, sanciones ejemplares a los responsables y una revisión profunda de los protocolos de actuación de la policía municipal en eventos públicos. Mientras tanto, la comunidad artística y los fans de El Gran Silencio han expresado su solidaridad con la banda y con los asistentes que vivieron momentos de angustia durante lo que debía ser una noche de celebración y música.
Credito: TV Notas
